- Mantenete activo cada día: caminá, andá en bicicleta, bailá, realizá actividades domésticas que requieran movimiento.
- Si hacés actividad física intensa de manera habitual, no dejes de hacerte controles médicos periódicos, para estar seguro de que te encontrás apto para realizar ejercicio.
- Incorporá todos los días a tu dieta al menos cinco porciones de frutas y verduras.
- No agregues sal a las comidas y no pongas el salero en la mesa.
- Evitá el consumo de conservas y alimentos procesados que tienen elevado contenido de sodio. Utilizá sales modificadas como las de potasio o de bajo contenido de sodio.
- El exceso de peso y el aumento de la cintura son perjudiciales porque aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y de hipertensión arterial.
- La hipertensión arterial no siempre da síntomas, por ello controlá tu presión arterial periódicamente. Lo normal es tener los valores por debajo de 140/90 (14/9).
- No suspendas la medicación indicada por tu médico. Si tenés dudas, consultalo.
- El control de la hipertensión arterial reduce los riesgos de enfermedad cerebral, demencias, infarto de corazón y daño del rinón. Vivirás más años, con mejor calidad de vida.
- Compartí un estilo de vida saludable con tu familia. Viví sano.